Dinant, hija del Mosa
Pequeña joya encastrada entre los macizos rocosos de las Ardenas y las orillas del Mosa, Dinant se extiende con una configuración pintoresca que le ha valido justamente el sobrenombre de “hija del Mosa”.
En el pasado solo se podía llegar en barco, ya que por un lado de la ciudad el famoso peñón Bayard se abalanzaba sobre el agua y bloqueaba completamente la orilla y, por el otro lado, había una leprosería.
Los valles que la rodean ofrecen majestuosos castillos y abadías, museos eclécticos, fábricas de cerveza artesanas y varias cuevas en medio de una naturaleza impresionante.
Patrimonio arquitectónico
Entre los lugares más sugerentes, el primer puesto corresponde a la
CIUDADELA, a la que se llega a pie tras subir 408 peldaños, pero también con un cómodo teleférico desde el centro de la ciudad y desde el que se pueden admirar unas vistas espectacular del Mosa.
La fortaleza originaria la construyó el príncipe-obispo de Lieja, la ciudad ardiente, pero con el transcurso de los siglos fue demolida y reconstruida varias veces hasta su disposición originaria, que se remonta a 1818.
Muchas otras atracciones invitan a visitar Dinant. La
COLEGIATA NOTRE-DAME, por ejemplo, originariamente románica, fue destruida sucesivamente en 1227 por el hundimiento del acantilado y reedificada poco después con el característico campanario en forma de bulbo que domina el paisaje pero que se remonta a 1566. En su interior se puede, admirar además del púlpito del siglo XVIII, la monumental vidriera de tonos azules, una de las más altas de Europa.
Para los entusiastas de la música, precisamente en Dinant nació Adolphe Sax, el inventor en 1841 del saxofón, al que se dedican, en verano,
LOS DOMINGOS DEL SEÑOR SAX y, en otoño, el .
Museos
En Dinant se encuentra un museo único en el mundo, la
MAISON DE LA PATAPHONIE, en cuyas seis salas se puede escuchar una infinidad de sonidos producidos por los objetos y materiales más diversos, desde un clavo hasta un jarrón.
Los valles que rodean Dinant ofrecen un paisaje espléndido, una naturaleza intacta e invitan a visitar los numerosos castillos y las abadías, como la
ABADÍA DE NOTRE-DAME DE LEFFE.
Especialidades gastronómicas
El enésimo atractivo de Dinant se debe con seguridad a los productos locales: todos son especiales.
Alrededores
Siempre es una espléndida aventura descender en kayak los rápidos tortuosos del río Lesse observando el paisaje circundante repleto de castillos medievales, las cuevas prehistóricas, como la
CUEVA DE DINANT «LA MERVEILLEUSE» y los parques naturales.
También merecen una visita sin duda los
JARDINES DE ANNEVOIE, en el municipio de Anhée, a poca distancia de Dinant. Considerados uno de los mayores patrimonios de Valonia, se iniciaron en 1758 y su espectacular originalidad consiste en el hecho de que las balsas, las cascadas y los asombrosos juegos de agua de las once hectáreas del parque funcionan todos por presión natural, sin maquinaria de ningún tipo, alimentados por fuentes naturales que brotan de la cima de la colina.
En las cercanías de Dinant merece la pena una visita sin duda a la
CERVECERÍA BOCQ, en Purnode, en el Yvoir, fundada en 1858 por la familia Belot, donde se pueden probar las cervezas especiales, y la
CERVECERÍA CARACOLE, en la que las cubas de cobre se siguen calentando al fuego de leña.